En días pasados, una nube de polvo se desprendió desde la región del Sahel, en el desierto de Sahara, fenómeno que es común durante la primavera y el verano, cuando la escasez de lluvia se combina con vientos intensos en dicha región, generando desprendimientos de aire cálido, seco y saturado de aerosoles y polvo.
A través de modelos numéricos se puede predecir su trayectoria, y para este evento se pronostica que la nube de polvo continúe su recorrido, llegando a la Península de Yucatán desde este martes y este miércoles y durante el jueves y el viernes alcanzará la máxima concentración de aerosoles sobre Campeche, Quintana Roo y Yucatán, así lo mencionó el meteorólogo Juan Antonio Palma: “Para el día miércoles y jueves vamos a tener la mayor concentración de polvo en colores cafés, pero va a ser bastante la concentración para el día miércoles la vamos a tener bastante visible, principalmente la bruma, los atardeceres y los amaneceres podrían ser rojizos, y naranjas, para el día viernes disminuirá, y llegaría una onda tropical , pero la Península de Yucatán tendrá una gran concentración del polvo del Shara”.
Explicó el meteorólogo, que no hay que salir en estos días en especial los niños, ancianos y personas con asma ya que el polvo del Sahara afecta la calidad del aire que respiramos: “Al final su puede tener cierta influencia, este medidor muestra que en todo Mérida estamos en un rango de insalubre, ya que hay un aumento por el polvo del Sahara, condición que su pudo dar cuando hubo incendios, no hay que estar mucho tiempo en la intemperie, son partículas de polvo para tomarse en cuenta, los niños, adultos y personas con asma, no estar al aire libre e intemperie y si van a tomar fotos de la condición que sea por poco tiempo”.
Posteriormente, se desplazará sobre aguas del Golfo de México, pasando sobre las zonas costeras de Veracruz y Tamaulipas. En la Península de Yucatán, los principales efectos esperados son: reducción en la lluvia, incremento en las temperaturas, cielo brumoso y escasa nubosidad. Además, los atardeceres y amaneceres pueden tornarse en tonos rojizos debido a la interacción de los rayos solares con las partículas de polvo.
La noche del viernes 26 de junio, el fenómeno se desplazará hacia la parte sur de Estados Unidos de América y dejará de afectar de manera directa al territorio mexicano.