La implementación de una ley que prohíba la venta a niños de alimentos ultraprocesados, deberá contar con el apoyo de las familias y escuelas para que obtenga buenos resultados en la disminución de los problemas nutricionales, señaló la profesora investigadora de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Odette Pérez Izquierdo.
La especialista detalló que, según estadísticas del año 2012, la población infantil de Yucatán consobrepeso y obesidad en zonas urbanas era del 43.4 por ciento, mientras que en el medio rural la cifra era de 52 por ciento; sin embargo, se espera que actualmente esos porcentajes sean mayores, debido al aumento del sedentarismo que se vive en los últimos años y la falta de concientización de los padres de familia: “El niño es muy fácil, los difíciles son los papás, porque el niño si come mal es porque el problema está en casa, se debe concientizar al padre de familia del daño que está ocasionando a sus niños la cuestión a trabajar es con los padres de familia”, añadió la investigadora.
Al legislar sobre el consumo de alimentos ultraprocesados entre niños, dijo, también se debe crear una mejor conciencia en los padres de familia y en las cooperativas escolares, para ofrecer un menú saludable y que los gobiernos puedan monitorear que las acciones sean las correctas para la salud de los infantes: “El sobre peso y la obesidad no duelen y las enfermedades crónico degenerativas tampoco duelen hasta que no las tienes, el papa hasta que el no vea que el niño tiene un problema grave no pone atención, en el medio urbano y rural también trabajan, y es más fácil darle dinero al niño, se debe prohibir, pero las cooperativas también tienen que jugar un papel importante, los maestros si saben porque nos son ignorantes, saben que los niños no pueden comer eso, pero es lo que comen”.
Entre las principales afectaciones a los niños que consumen con regularidad alimentos ultraprocesados, conocidos como “alimentos chatarra”, se encuentran enfermedades crónicas degenerativas como diabetes e hipertensión, entre otras, así como problemas de salud que acarrean triglicéridos altos, destacó Pérez Izquierdo.