Alfredo Rodríguez, de 81 años, se inscribió al programa federal, pero nunca ha cobrado. Una conocida denunció una serie de irregularidades y evasivas que recibe de la Secretaría del Bienestar
Desde hace tres años, el octogenario Alfredo Rodríguez fue dado de alto en el programa de pensión para el bienestar de las personas mayores; a día de hoy, no ha cobrado ni un solo peso. La situación es desesperante, pues el personal de la Secretaría del Bienestar sólo le da excusas y no resuelve el problema, denunció públicamente Teresita Pavón Herrera, conocida del señor.
«El señor tiene 81 años, está enfermo de asma y vive con dos gatos y un perro, pues los hijos están en Ciudad de México. Necesita la pensión, pues por su propia enfermedad no puede caminar largas distancias, ahora por el fresco se le altera su asma y requiere de fluticasona aerosol», comentó la entrevistada.
Teresita Pavón relató que conoció al señor cuando laboraba en la colonia San José. Don Alfredo le pidió ayuda para ver por qué no había cobrado, si desde hace tres años, un Servidor de la Nación le tomó los datos para elaborar el registro correspondiente para inscribirlo en el programa.
La mujer decidió hacer las diligencias ante la delegación de la Secretaría del Bienestar, donde se topó con malos tratos de los funcionarios federales, evasivas y una serie de irregularidades. «Alguien está cobrando su pensión del señor y por eso no le dan nada. Si es una ayuda que está dando (el presidente) AMLO, ¿cómo es posible qué no la recibe», expresó.
Sobre las irregularidades, la quejosa enlistó: «La primera vez lo hicieron pasar por muerto, se comprobó que vive al tomarle una fotografía con el periódico del día en curso; luego, lo mandaron al Banco (del Bienestar) para que pida el estado de cuenta, de nuevo llenan el formato de manera errónea y, cada cuatro meses, dicen que la documentación se mandó a Ciudad de México».
Además del viacrucis, la mujer tuvo que aguantar la soberbia de una empleada federal de nombre Diana Vázquez Caamal. «La señorita es muy déspota, no tiene manera de tratar a la gente», describió.
Desesperada, se acercó a militantes de Morena, quienes le recomendaron acudir con la licenciada Tánica Flores. «Ayer (por el jueves) que acudí (a la Secretaría del Bienestar) pedí hablar con ella, pero Diana no me permitió hablar con ella», expuso.
La entrevistada pidió a la dependencia federal que resuelvan el caso y a las autoridades municipal y estatal, a que apoyen al octogenario, quien recibe ayuda de sus vecinos.