Cerrar las puertas a la juventud es un grave error, porque genera riesgos no sólo para las personas jóvenes y sus familias, también, para sus comunidades y para el país. Para salir adelante de la crisis, el país requiere aprovechar el potencial y el talento de la juventud, pues si se quiere aspirar a la recuperación económica sostenible después del Covid-19, urge crear oportunidades para que más jóvenes tengan trabajo digno.
En la conferencia virtual para la presentación del Decálogo de Buenas Prácticas para la Inclusión Laboral, el joven Andy Fidel Alonso Velázquez, integrante de la asociación civil Desarrollo Autogestivo, expuso que ante la falta de oportunidades laborales en su comunidad numerosos jóvenes que trabajaban en otras poblaciones o Estados regresaron a su lugar de origen obligados por el cierre de empresas, comercios y restaurantes por el Covid-19 y emprendieron diversos negocios pequeños como venta de dulces, comida y cría de animales domésticos, entre otras actividades para subsistir.
“Quienes laboran en el campo reciben 120 pesos por jornada, ni siquiera el mínimo autorizado a pesar de ser una actividad extrema”, abundó. A pesar de los obstáculos, porque algunos jóvenes ni siquiera concluyeron sus estudios por tener que laborar, siguen de pie apoyando con sus actividades económicas a sus familias y comunidades.
En el foro virtual organizado por la Alianza Jóvenes con Trabajo Digno, Andrea Olmos Talonia del programa Creando Tu Futuro, expuso que los jóvenes están en desventaja, se les margina y quedan borrados de la atención, porque hubo un antes y un después de la pandemia.
“Por la pandemia perdí mi trabajo y aunque me preparo, incluso, tomo cursos y aprendo otro idioma, la atención está puesta en las personas que tienen que mantener a su familia”, manifestó. Los jóvenes estamos emprendiendo, pero necesitamos oportunidades para salir adelante, porque después del Covid-19 nada será igual.
La exclusión, laboral, educativa, social y sin oportunidades, tiene muchos efectos negativos para los jóvenes, sus comunidades y para el país. La pandemia complicó más la situación, pues se estima que serán 4 millones de jóvenes más que quedarán fuera de la escuela y del trabajo por la crisis.
La Alianza Jóvenes con Trabajo Digno pidió a los empleadores públicos y privados, micro, pequeñas, medianas y grandes empresas a no cerrar las puertas a los jóvenes, porque es urgente por los retos de la crisis y la recuperación económica por la emergencia sanitaria.
También, pidió respetar la vida privada de los aspirantes evitando preguntas de datos sensibles en las entrevistas y formularios de solicitud de trabajo como: condición de salud, orientación o preferencia sexual, religión, estado civil, uso de tatuajes, y cualquier información que no sea relevante para el perfil de trabajo y pedir carta de antecedentes no penales. Después del Covid-19 el país requiere y merece una recuperación más incluyente y con más equidad y cohesión social.