MÉRIDA, YUCATÁN A 29 DE MARZO DE 2021.– Elementos de la Policía Municipal de Valladolid ahorcaron a un joven motociclista hasta dejarlo inconsciente, para luego esposarlo, subirlo a la patrulla y golpearlo hasta que se cansaron y, luego, lo dejaron en libertad. Los hechos ocurrieron en esquina, dónde se ubica la iglesia de los Mormones, en el barrió de Santa Ana. La víctima, quien dio a conocer su caso en el Facebook Valor por Yucatán, relató que sucedió la noche del sábado: –El día sábado, a las 9:30 p.m., me detuvieron junto con mi hermana,cuando dirigía a mi hogar, después de retirarme de mi trabajo. –Uno de los tres policías al acercarse se dirigió hacía mí diciéndome: “Wey, bájate de la moto”, mientras trataba de arrebatarme la llave. Mi hermana le contestó: Buenas noches. Disculpe, oficial creo que como ciudadanos debemos respeto y la manera en la que usted se dirigió hacia nosotros no fue la correcta”. De acuerdo con lo expuesto, el agente comenzó a subir el tono de su voz y el joven empezó a grabar los hechos. Los agentes, al ver que los expusieron, se calmaron y le dieron a la hermana del motociclista que se podía retirar. –Ella fue por un casco y éstos al ver que ya se había ido, en la esquina siguiente me agarraron y yo les agradecí que no me hubieran detenido. Los elementos se ofendieron y me dijeron: “nosotros no somos puñales, maricones para que nos estés agradeciendo”. –Entonces me agarraron y uno de ellos, me empezó a ahorcar con su antebrazo, yo al no sentir aire me desmayé. Luego, otro de ellos me dijo: “piensas que te vas a quedar ahí. Levántate perro”. –Yo no podía porque estaba mareado, me esposaron y me tiraron en la camioneta, luego ahí me siguieron pegando. Tengo las marcas en mi cuerpo,un pisotón en el cara, los hematomas se ven claramente. No cometí ningún tipo de delito, solo quería llegar a mi casa a cenar, después de haber salido del trabajo y ni eso pude hacer –expuso el denunciante, quien pidió justicia. –Porque así como a mi me lo hicieron a otros más se los pueden hacer. –No solo por portar un uniforme se crean que pueden contra todos, su deber es proteger a los ciudadanos,no maltratarlos y hacer con ellos lo que quieran. –Yo pude acabar muerto, como fue el caso de la mujer que asesinaron en Tulum, que también fueron los elementos policiacos –comentó el joven.
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