
Los Polos de Desarrollos del Bienestar traerán beneficios económicos y sociales como atraer mayor inversión extranjera directa, así como la instalación de otras empresas en cualquiera de las 11 ramas industriales, además de incluir todos los incentivos fiscales, comentó Henry González Duarte, consejero consultivo del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Los polos industriales estarán destinados a atender 11 sectores que son: eléctrica y electrónica; semiconductores; automotriz (electromovilidad, autopartes y equipo de transporte); dispositivos médicos; farmacéutica; agroindustria; equipo de generación y distribución de energía eléctrica (fuentes limpias); maquinaria y equipo; tecnologías de la información y la comunicación; metales y petroquímica.
“Son áreas que requieren especialización”, afirmó. “Esto no sólo genera nuevas fuentes de trabajo, sino que ayuda al entrenamiento y conocimiento especializado para nuestro Estado, por consiguiente, lleva a un crecimiento social”.
Este tipo de industrias, una vez instaladas, generan cadenas de valor, pues algunas empresas se convierten en proveedoras, comentó. “No sólo les da oportunidades a las firmas establecidas en la entidad, también nos permiten junto con otras acciones como el tren de carga, puerto de altura, gasoducto, plantas de generación de energía eléctrica, generan condiciones para convertir a la región mucho más atractiva y competir con el centro y norte del país”, aseveró.
Actualmente, México compite contra países del sureste asiático como Camboya y Tailandia, que son atractivos para el Nearshoring, aseveró. “Tendremos que generar todos los elementos de competitividad para atraer esas inversiones y los Polos del Desarrollo son una política fiscal integral, que aplaudimos.
“Celebramos que los gobiernos estatal y federal hayan logrado está coordinación, pues contamos con estímulos federales y estatales, pues al final se cumple el papel de que los gobiernos generen las condiciones de nuevas oportunidades para nuestra comunidad”, señaló.