«Los refugios están para proteger sus derechos humanos y salvar las vidas de ellas y sus hijos», expuso la regidora priista Ana Gabriela Aguilar Ruiz
Concluyó abril y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) no mandó los recursos para la operación del Centro de Atención y Refugio para Mujeres, sus hijas e hijos en situación de violencia extrema (Carem), de Mérida.
La coordinadora de la Fracción Edilicia del PRI en el Cabildo, Ana Gabriela Aguilar Ruiz, mencionó que el recurso federal sería para ocho meses. «Ya no serán los 10 meses y no serían por meses retroactivos, por lo que se tienen que hacer modificaciones al proyecto original para acceder a los recursos federales, que son entre siete millones u ocho millones de pesos, para que puedan trabajar todas las habitaciones del refugio de Mérida», explicó.
Normalmente, los trámites administrativos tardaban los primeros dos meses del año y para marzo el Ayuntamiento de Mérida ya se contaba con esos recursos. «La federación no ha dicho que no lo va a dar. Todos sabemos que es un cambio de los recursos de un lado a otro, pues anteriormente la Secretaría del Bienestar era la encargada y ahora es la Conavim», señaló.
La también integrante de la Comisión Permanente de Igualdad de Género externó su esperanza de que el gobierno federal cumpla con la entrega de los recursos federales. «Hablamos de mujeres víctimas de violencia extrema, pues los refugios están para proteger sus derechos humanos y salvar las vidas de ellas y sus hijos», comentó.
«No es un refugio por días. No podemos decirles a las mujeres que estarán 15 días, un mes o tres meses. Este es un procedimiento en el que ellas comienzan apropiarse de sus derechos. Muchas veces por desconocimiento no tienen las posibilidades de ser autosustentables», añadió.
La entrevistada mencionó que el Ayuntamiento aporta entre 12 millones a 14 millones de pesos para la operación de ocho habitaciones para igual número de núcleos familiares. «Con el recurso federal que, es de siete a ocho millones, operamos otras cuatro habitaciones. Si tuviéramos más recursos, permitirían operar más habitaciones», detalló.
La última inversión que se realizó en el refugio fue una sala de cómputo para que las beneficiarias puedan ser capacidades en habilidades laborales. Hoy día, el refugio municipal trabaja en un 75% de su capacidad, es decir, de ocho habitaciones.
Los proyectos ya fueron enviados a la Conavim, «ya nos dijeron que están bien elaborados y que habrá los recursos. El problema está en que no han dicho para cuándo».