A pesar de la emergencia sanitaria por COVID-19, los servicios de salud redoblaron esfuerzos para la prevención del embarazo no planificado en adolescentes.
Es prioritario continuar con el fortalecimiento del acceso a métodos anticonceptivos y servicios de consejería en salud sexual y reproductiva en adolescentes en las unidades de salud como se realiza desde el inicio de la pandemia, expresó la Secretaría General del CONAPO, Gabriela Rodríguez Ramírez.
Según las proyecciones del CONAPO, entre 2020 y 2021, el número de adolescentes menores de 19 años sin acceso a un método anticonceptivo se incrementará 20% por la pandemia ocasionando el aumento de 21 mil 575 embarazos no planificados en adolescentes, adicionales a lo previamente estimado.
Con la Estrategia Nacional de Prevención del Embarazo en Adolescentes se busca reducir para 2030 50% la tasa específica de fecundidad de las adolescentes y erradicar el embarazo en niñas de entre 10 y 14 años.
Las acciones enfocadas en prevenir el embarazo en adolescentes están encaminadas en retrasar la edad de la maternidad y paternidad, así como disminuir las brechas de género al incidir en el aumento del nivel de escolaridad de los adolescentes y sentar las bases para el acceso a mejores empleos con seguridad social y vida saludable, manifestó la maestra
El inicio de la vida sexual a edades tempranas, la falta del uso regular de métodos anticonceptivos y las limitaciones en su acceso, incrementadas por la pandemia, colocan a los métodos anticonceptivos de acción prolongada como una estrategia conveniente para prevenir el embarazo no planificado en adolescentes, porque su eficacia no se afecta por errores en su uso, olvidos o abandono, manifestó la Dra. Georgina Ruvalcaba.
El embarazo en adolescentes es un problema de origen multifactorial que amplía las brechas sociales y de género entre la población, porque altera el proyecto de vida de la adolescente embarazada y de su entorno familiar, además, tiene repercusiones negativas en su salud y su desarrollo psicosocial.
Los jóvenes tienen derecho a contar con información de salud sexual y reproductiva, así como acceso a los servicios de salud y si tienen vida sexual activa deben conocer las opciones anticonceptivas disponibles de forma gratuita en las unidades de salud pública como condones, píldoras anticonceptivas, inyecciones, dispositivo intrauterino o implante subdérmico.
Para promover un adecuado desarrollo de las adolescentes en su presente y futuro, es fundamental que desde esa etapa comiencen a tomar decisiones de su vida sexual y reproductiva, evitando así un embarazo no planificado, aborto o complicaciones como la mortalidad materna, externó la gineco-obstetra.