El secretario general de la Unión de Aseadores de Calzado, Francisco José Sáenz Catzín, dio a conocer que la Plaza Grande de Mérida podría ser reabierta al público el miércoles o el próximo viernes, pero todo depende de las condiciones del tiempo y del mantenimiento o tratamiento que vayan a realizar las autoridades a este emblemático lugar.
Explicó don Francisco, que este lunes tuvieron una reunión con Zácil Canto Ureña, titular de la oficina de gestión del Centro Histórico, quien les informó que estén pendientes de la pronta reapertura en la cual también se les instruyó en una capacitación para seguir los protocolos ante la pandemia : “Ahorita estamos activos 23, ya que por la contingencia se nos fueron algunos socios y hay otros 6 o 7 que están inactivos por su edad avanzada ya que no los dejan trabajar sus hijos ya que son socios que no bajan de los 70 años, nosotros que podemos venimos a que nos faciliten el trabajo, por lo que este miércoles dijo la Lic. ya se debe de abrir la Plaza Grande al público, pero le van a dar su limpieza y van a quitar algunas bancas, y nos avisaron para que nos capaciten por los protocolos que va a ver para nosotros y nuestros clientes y que se sientan seguros”.
Así mismo, explicó que los boleadores, como se les llama a los aseadores de calzado recibieron del Ayuntamiento equipo para cumplir con los protocolos sanitarios, como cubre bocas y gel y de lo demás ellos se harán cargo: «La Lic. Zazil Canto, tuvimos contacto con ella y me llamó para que nos juntemos para que nos ayuden con los utensilios de protocolos de protección civil, con caretas, gel, y lo que falte correrá por nuestra cuenta”.
Sáenz Catzín, expresó que antes de la contingencia se podía encontrar a un boleador desde las 6 de la mañana hasta la 1 de la madrugada en la Plaza Grande, sin embargo, en esta reapertura a sus labores todavía no les han dado horario de trabajo, e hizo un llamado a la población a lustrarse o bolearse los zapatos, ya que este oficio de por sí ya está desapareciendo lo que les causaba bajos ingresos y ahora con la contingencia se secaron sus cremas y los materiales que utilizan, por lo que tendrán que invertir y empezar de cero: “Lo oficial que cobramos son 30 pesos, antes de la contingencia el trabajo estaba bajo, porque la tradición está desapareciendo, y ahorita con lo que paso menos, ya que la situación económica no es la misma, vamos a empezar desde cero, con los meses que tenemos desde marzo hasta la fecha ya las grasas ya se secaron, las cremas ya se echaron a perder y tenemos que renovar”.