El Ayuntamiento de Mérida enfoca sus esfuerzos hacia este sector vulnerable de la población
Velar por la seguridad de las mujeres y apoyarlas en su desarrollo integral y económico, es una de las principales acciones que el Ayuntamiento impulsa para que todas las meridanas mejoren sus condiciones de vida y la de sus familias, afirmó el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha.
En este sentido, Martha Marlene Pacheco Gamboa, quien es una servidora pública que se desempeña como coordinadora responsable del Centro de Atención y Refugio para Mujeres con o sin Hijas e Hijos en Situación de Violencia Extrema (CAREM), relata que ésta es una labor que le ha traído múltiples satisfacciones pues ha ayudado a la superación de las mujeres en el Municipio.
Agregó que debido a su carrera en Trabajo Social y su deseo por la justicia hacia las mujeres fue que tomó la decisión de ingresar al Instituto Municipal de la Mujer y posteriormente al CAREM.
“Ayudar a la mujer es un tema que me apasiona, de ahí que tomé la decisión de desempeñarme en esta área. Como trabajadora social y coordinadora del CAREM estoy preocupada el su bienestar y seguridad de las niñas y mujeres de Mérida, principalmente ayudar a aquellas que viven en situación de violencia”, dijo.
En ese sentido, reconoció la labor que el Alcalde Renán Barrera Concha ha realizado en sus tres administraciones municipales, debido a que le ha dado prioridad al tema de la mujer, desde su empoderamiento hasta su seguridad.
“El Alcalde ha impulsado varios programas que son de gran beneficio para nosotras como por ejemplo Mujeres Seguras en tu Establecimiento, Línea de la Mujer, Juribus, además de que ha hecho inversiones importantes para mejorar el CAREM”, indicó.
Martha dijo que lo más complicado de su trabajo es la responsabilidad, “porque el Refugio es un espacio que labora 24 horas los 365 días del año y necesito estar en alerta porque las situaciones de violencia se pueden presentar en cualquier momento”.
Sin embargo, continuó, también esta loable labor tiene sus recompensas, ya que ver a una mujer salir del CAREM recuperada es una de las más grandes satisfacciones que se puede sentir porque al superarse puedo asegurar que nuestra tarea está bien hecha.
“No hay mejor sentimiento que ver a una mujer restablecida, con un plan de vida y fuera de este espacio, porque lo ideal es que cada vez sean menos las mujeres que ingresen al CAREM y que la violencia disminuya”.
Desde la creación del refugio en el año 2006, la operación y el servicio se ha dado de forma continua, con el incremento paulatino de su capacidad para hospedar a las mujeres con o sin hijas e hijos que llegan a este espacio para salvaguarda su vida e integridad por las violencias y violencia extrema vivida.
En los primeros años de su creación el refugio tenía capacidad para hospedar a 4 núcleos familiares de 2006 a 2009, del 2010-2018, se llevó a cabo una remodelación en las instalaciones y el refugio incrementó el número de hospedajes a 8 núcleos familiares de 2012-2018 y de 2019 a la fecha; con una siguiente remodelación en el 2018, se incrementó el número 12 núcleos familiares hospedadas de forma simultánea.
Los servicios que se ofrecen en el refugio son gratuitos, confidenciales, con instalaciones seguras y con los servicios necesarios para salvaguardar la integridad de las familias que ingresan y decidan llevar a cabo un proceso de resignificación de la violencias o violencias vividas. Funciona las 24 horas del día los 365 días del año.
Desde el inicio de la pandemia que se presentó en marzo del 2020 ocasionada por el COVID-19, se generaron estrategias de prevención y educación dentro del CAREM, que evitó una clausura de los servicios que ofrece el refugio por número de contagios que se pudieran presentar.
En el refugio, se brinda hospedaje, así como alimentación, asesoramiento jurídico, acompañamiento psicológico y atención de trabajo social a través de las gestiones médicas y asistenciales que se requieran durante su estancia.