Se cambia el sistema de pensiones en Yucatán antes de que colapse y desaparezca, expusieron los diputados que votaron a favor
Con los votos a favor de la Fracción Parlamentaria del PAN, las representaciones del Partido Verde Ecologista de México y Nueva Alianza Yucatán, y la diputada sin partido Fabiola Loeza Novelo se aprobó la nueva Ley de Instituto de Seguridad Social de Trabajadores del Estado de Yucatán (Isstey) que cambiará el sistema de pensiones en la entidad antes de que colapse y desaparezca.
En la Sesión Extraordinaria, se opusieron a esta propuesta de ley las fracciones de Morena y el PRI, así como los legisladores del PRD y Movimiento Ciudadano porque las cuotas incrementan del 8% al 15%, así como la edad para el retiro de 60 a 65 años; también los años de cotización, de 30 a 35 años de servicio y que no es opcional.
Por cierto, la coordinadora de los diputados morenistas Alejandra Novelo se ausentó, aunque justificó su inasistencia.
El diputado del Panal José Crescencio Gutiérrez González, presidente de la Comisión Especial de Atención a la situación del Isstey, afirmó que la nueva ley de seguridad social tiene por objetivo solucionar la grave crisis financiera del organismo.
«Lograr un equilibrio entre los aspectos financiero, económico y social, traducido en otorgarle viabilidad al sistema de pensiones actual, que asegure las futuras
pensiones de todas y todos los trabajadores del Estado», afirmó el profesor, quien al pedir el voto en favor, fue abucheado por los representantes del Movimiento Hormiga y la Coalición de Trabajadores del Estado de Yucatán (Cotrey).
Aseguró que los tiempos actuales obligan a darle una solución a la quiebra del Isstey, pues de no ser así, para el 2026 «se agotarán en su totalidad las reservas con las que cuenta el Instituto, lo cual será financieramente inviable para cualquier Gobierno, pues año con año se requerirán subsidios y aportaciones extraordinarias que podrían llegar a los 2,300 millones
de pesos para el año 2040, si antes no ponemos una solución a esta crisis».
El aliancista calificó esta nueva ley como «la gran oportunidad de enmendar el camino, de tomar las medidas correctivas que permitan modificar las condiciones de los montos y los requisitos de las pensiones del sistema actual, para ajustarlos a los tiempos modernos».
También a favor, el diputado panista Erik Rihani González, con el desgano que lo caracteriza cada que vez que pasa a leer en Tribuna, señaló que se respetan los derechos adquiridos de mi trabajadores y que se generó un esquema de gradualidad en el cual los trabajadores con más años de servicio accederán a un esquema más cercano a la ley vigente, y quienes tengan menos años de servicio contarán con un esquema más cercano a las condiciones de la ley en comento.
En contra de la aprobación, los diputados Gaspar Quintal Parra, del PRI; los morenistas Jazmín Villanueva Moo, Rubí Argelia Be Chan y Rafael Echazárreta y Eduardo Sobrino Sierra, quienes coincidieron que los trabajadores pagarán la deuda de una mala administración del Isstey.
El perredista Sobrino Sierra recordó que se propuso que la ley sea opcional para los actuales trabajadores activos, pero la mayoría de quienes integraban la Comisión dijeron que no.
En su intervención, el morenista Echazárreta Torres mencionó que tanto en la Comisión como en el Pleno rechazaron todas las propuestas para que la ley sea en beneficio de los empleados.
Por eso, desde un posicionamiento político y social, dijo que en 2024, en caso de que Morena gane, y si está en sus manos se derogará la ley. Esto fue su autodestape a ser candidato del Movimiento de Regeneración Nacional.
Por cierto, previo a la aprobación del dictamen, afuera del recinto legislativo hubo una protesta de varios sindicatos que exigieron que la nueva ley no sea aprobada.
Debido a que no les hicieron caso, tomaron la decisión de bloquear el carril externo y la calle lateral del Anillo Periférico Poniente durante dos horas. Esto dividió algunos manifestantes que prefirieron quedarse en la sombra.