El precio del limón en Yucatán ha experimentado un drástico aumento en las últimas dos semanas, llegando a alcanzar los 48 pesos por kilogramo, en comparación con los 10 pesos que costaba hace un breve tiempo. Esta abrupta escalada de precios impacta significativamente en los presupuestos de las amas de casa yucatecas, quienes ahora se ven forzadas a buscar alternativas para adquirir este insumo esencial.
Además del limón, otros productos básicos han experimentado incrementos en sus costos. La zanahoria, que antes se vendía a 12 pesos por kilogramo, ahora se cotiza a 20 pesos, mientras que la cebolla ha mantenido precios elevados durante las últimas tres semanas, llegando a los 26 pesos por kilogramo.
María Trinidad Guerrero Jiménez, presidenta de la delegación local de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (CANACOPE), explicó que existe escasez de limón persa en el estado, y la escasa cosecha que llega a las tiendas se vende a precios elevados de 24 a 27 pesos por kilogramo, con entregas de apenas unos pocos limones. La disminución en las cosechas de cítricos en el sur del estado es una de las razones detrás de estos precios elevados.
La presidenta de la Canacope destacó que la sequía intensa que ha afectado la región en el año 2023 ha provocado la pérdida de muchos cultivos y una disminución en la producción de varios alimentos. Esto ha tenido un impacto considerable en los precios de frutas y verduras, incluyendo el limón, la calabaza, el cilantro, el rábano y el tomate, que han aumentado de precio.
“En el mes de septiembre, se han observado aumentos en los precios del limón, el tomate y la cebolla, junto con una disminución en el costo de la calabaza y el aguacate. No obstante, otros productos de la canasta básica, como pan, galletas, leche y huevos, también han experimentado alzas de precio”, indicó.
Por último explicó que este fenómeno, que se repite anualmente en los tres últimos meses del año, afecta tanto a los pequeños comerciantes como a los consumidores. Además, el desequilibrio en el costo de las gasolinas impacta en la distribución de alimentos, ya que la mayoría de los productos se transportan por carretera.