Por diversos factores la industria de la construcción local, que fue la primera en reanudar actividades, tras la Ola 1 de la Reactivación Económica, todavía opera al 50% de su capacidad.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el sector de la construcción registró pérdidas por mil 900 millones de pesos por la desaceleración económica debido a la contingencia sanitaria.
Para la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción, que preside Raúl Aguilar Baqueiro, se requiere de recursos extraordinarios, además, de la inversión pública programada para este año, para que el sector se dinamice. La inversión pública en el sector de la construcción se redujo debido a que el gasto programado se reorientó al sector salud por la pandemia.
Por si fuera poco, los alarifes también enfrentan difícil situación porque como resultado del operativo que realiza la Secretaría de Seguridad Pública, sus elementos detienen a los vehículos que transportan a los alarifes a las obras porque no guardan la sana distancia, una de las medidas establecidas por la autoridad sanitaria, para evitar contagios del Covid-19.
La detención de los vehículos según el Sindicato de Alarifes, que encabeza Bernabé Chan Castañeda, ocasiona una carga económica porque tienen que pagar la multa para recuperar el vehículo. Algunos albañiles utilizan el transporte público para trasladarse a sus centros de trabajo y algunas constructoras buscan estrategias para solucionar el problema del traslado de sus trabajadores.
Otro sector que también la pasa mal es el sector pesquero yucateco, pues a unos días del inicio de la temporada de pulo, que comienza el sábado, los pescadores del sector social tienen un panorama incierto. La Federación de Sociedades Cooperativas Pesqueras del Centro y Poniente de Yucatán, que preside José Luis Carrillo Galaz, espera que con la captura del molusco saquen los gastos de operación y el pescador tenga alguna utilidad que sería un “tanque de oxígeno” ante la crisis económica que enfrentan. Además, los mercados extranjeros donde envían el producto, como España, se están reactivando.
También, los guías de turistas la pasan mal, porque tienen tres meses sin trabajar y aunque recibieron el apoyo de la autoridad estatal por medio de despensas y del Seguro de Desempleo, carecen de los recursos necesarios para subsistir.