Durante las cenas de Nochebuena y Nochevieja se puede comer de todo, pero cuidando las calorías
Durante las fiestas decembrinas, la gente puede aumentar de peso, desde los 500 gramos hasta los cinco kilos por la ingesta comidas y bebidas hipercalóricas, comentó Shantal Haddad del Río, nutrióloga de la Unidad de Medicina Familiar No. 59 del IMSS.
“Es muy importante controlar los excesos en la alimentación”, señaló la maestra en Nutrición Internacional y Dietética Aplicada. “Seguir un plan de alimentación, en estas festividades navideñas no debe ser un castigo. No se trata de restringir los alimentos y platillos, sino de controlarlos. Es seleccionar, planear y elaborar menús más saludables”.
La especialista en Nutrición Hospitalaria y Activación Física enlistó las siguientes recomendaciones: comer de todo en la mesa, pero cuidando las cantidades y que el plato no exceda los 23 centímetros de diámetros.
“Si ves preparaciones muy apetitosas, pero muy grasosas, sírvete en cantidades pequeñas y nunca repitas”, indicó.
Para la cena de Nochebuena es importante no llegar con mucha hambre; por eso es recomendable, media hora antes, consumir media taza de fruta, así como dos vasos de agua para mejorar la saciedad y previo a irse a dormir, tomar otros dos vasos de agua para ayudar a disolver las toxinas que se generaron en la cena.
Otra forma de lograrlo, es respetar las cinco comidas al día, es decir, los tres fuertes y las dos colaciones. “Compensando la cena navideña al reducir la ingesta calórica en las dos comidas anteriores. Esto ayudará a que las kilocalorías consumidas no rebasen la recomendación. También, es muy importante, no hacer ayunos compensatorios y no saltar las comidas”, precisó.
Al momento de seleccionar los alimentos, se debe priorizar las verduras al vapor u horneadas por encima de las frituras.
Para el recalentado, Shantal Haddad recomendó que lo mejor es evitarlo y para la cena sólo cocinar las cantidades necesarias.
En cuestión de bebidas, la entrevistada exhortó a evitar tanto los licores y cerveza como los refrescos embotelladas. Las primeras son hipercalóricas y carecen de valor nutricional, mientras las segundas, por el exceso de sodio y azucares con perjudiciales para la salud.
La experta recomendó la ingesta de una copa de vino, en el caso de las mujeres, o dos, para los hombres. “A diferencia de las bebidas alcohólicas, el vino tinto en esas cantidades ayuda a controlar la presión arterial, reduce el colesterol malo, aumenta el colesterol bueno y disminuye la formación de coágulos en el corazón y en las arterias. Eso sí, resérvate la copa de vino para brindar”, añadió.
El mejor sustituto para las bebidas embotelladas, comentó, son las aguas frescas como jamaica, limonadas, de melón, sandía, fresa, entre otros sabores.
Finalmente, hay que continuar con la activación física, unos 150 minutos a la semana, para gastar las kilocalorías de más.