Por necesidad, mujeres ribereñas no se unieron a #UnDíaSinNosotras
En Celestún, considerado en 2019 como uno de los municipios más violentos de Yucatán, la mayoría de las mujeres consultadas supieron del paro nacional, pero muy pocas decidieron unirse al movimiento #UnDíaSinNosotras. Argumentaron que la situación económica no estuvo para suspender sus actividades, pues viven al día. Ana Patricia Núñez Naal, ama de casa, mencionó que por sus hijas y los deberes del hogar no se pudo sumar al 100 por ciento a esta protesta. Sin embargo, durante 24 horas dejó de usar sus redes sociales.
“Es inevitable de que no pueda salir por mis hijas. Si fuera por mí, de plano me quedo en mi casa. Hoy no he entrado a mis redes sociales, mi teléfono no lo estoy usando para nada”, comentó.
El año pasado, la secretaria de las mujeres, María Herrera Páramo, dio a conocer que Celestún estaba entre los 10 municipios más violentos de la entidad.
Lidia Soledad Peraza Baas, vendedora, dijo que no supo nada de la convocatoria y de haberse tomado el día, las responsabilidades en el hogar le esperan.
“Supuestamente es descanso, pero en la casa hay que hacer. No descansamos para acostarnos a ver la televisión, hay que cocinar y atender a mi nieta”, señaló.
Para Teresa Quintal, quien trabaja en la recolecta de plástico, salió a laborar por necesidad. “Yo tengo que trabajar porque lo necesito, soy viuda y no tengo quien nos ayude”, señaló.
Por cierto, una participante en el sondeo aseguró que se negó a sumarse al #9M porque convocaron grupos a favor de la legalización del aborto y, además, no está de acuerdo con las formas violentas en como protestaron en Ciudad de México. “No se puede combatir la violencia con más violencia”, expresó.