Las expresiones marcelistas apenas consiguieron reunir unas decenas de simpatizantes en el arranque de la campaña
Ni un grupo de 100 personas pudo juntar el equipo de Marcelo Ebrard Causabón en el Monumento a la Bandera, en el Paseo de Montejo, en lo que fue el arranque oficial de la campaña para seleccionar a quien será el coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación.
Nada raro de tan desangelado evento, pues ahí estuvo Mario Mex Albornoz, gris ex dirigente estatal de Morena, quien se aferra a no quedar en el olvido y busca donde pegarse para mantenerse vigente, pese a que tiene nulo carisma, liderazgo y, bueno, ya se reconcilió con el agua y el jabón, pese a que una pared tiene más poder de convocatoria que él.
Como se sabe, en Yucatán hay varias expresiones en favor del ex canciller, de los cuales no haces ni un solo. Por una parte, está el diputado local Rafael Echazárreta Torres, siempre protagonista y con un tufo a soberbia, que por dicho decir que es el líder de estas expresiones, parece un aspirante a dictador que nadie hace caso.
Nada raro. Pues en los últimos eventos que tuvo la estructura territorial de Marcelo Ebrard, estuvo ausente o no fue convocado. Razón por la cual no apareció en la reunión que el senador Espino de la Peña, operador nacional, con empresarios, activistas y académicos en el Club Libanés ni en la concentración de Paseo de Montejo.
Aunque de dientes para afuera “los marcelistas”, por decirle de alguna manera a los simpatizantes del ex jefe de gobierno capitalino, pregonan unidad. La realidad es que hay una lucha de ego, porque el diputado ha intentado deshacerse de Geovanna Cecilia Campos Vázquez, quien calladita se mueve, pero con su primer desacierto.
Por cierto, la empresaria no permitió que Echazárreta Torres la relegara, por lo que viajó a Ciudad de México para decirle a Ebrard Causabón, semanas antes de que renunciara a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la desorganización territorial que existe en Yucatán.