El uso de la mascarilla quedará por un buen tiempo, comentó Andrea Herrera
Con un vídeo divertido, letra pegajosa y al ritmo de cumbia y jarana, la compañía teatral Titeradas fomenta el uso del cubrebocas.
La directora Andrea Herrera comentó que la idea surgió en este confinamiento como una necesidad de crear y también de una experiencia personal, pues un día llegó a la tienda y el encargado, con mala cara, le dijo que no podía entrar si no traía la mascarilla.
“Le atinamos en el ritmo, en el mensaje tan vigente e importante y la parte visual quedó muy bien. Es un buen trabajo de Titeradas… La idea fue crear, pero que tuviera un impacto a nuestro público y a la sociedad en general. Pienso, por lo que leo, el uso del cubrebocas, quedará por un buen tiempo. ¿No?”, detalló.
Hasta anoche el vídeo tenía poco más de las 25 mil reproducciones, sin contar las otras páginas o perfiles de Facebook y cuentas de Twitter que descargaron el material y lo compartieron.
“Lo padre es que me llegaron mensajes de amigas que tiene contacto con gente que vive en España, Venezuela o Dubái (Emiratos Árabes Unidos). Pues, es muy bonito que te digan que tu mensaje llegó a Medio Oriente, ¡Qué chévere!”, añadió.
La titiritera está muy agradecida con la familia de Armando González Domínguez, compositor de la jarana “Mi Yucateca”, tema que inspiró la composición.
En la producción participaron Pedro Carlos Herrera, en los arreglos musicales; Juan Herrera, edición de audio y vídeo; Ángel Aguilar, en el diseño de títeres; Anahí Cisneros, en la corrección y estilo, y Andrea Herrera dio la voz a “Chichí Lochi”.
Ante la pregunta de dónde anda Lela Oxkutzcaba, la entrevistada comentó: “Porque ahorita Chichí es la vocera oficial de Titeradas. Lela está descansando desde que don Wílbert descansó. Mientras se le recupera la voz, ella está en pausa. Estamos proyectando un nuevo personaje, no para suplir a Lela, sino que pueda interactuar”.
Andrea comentó que “Chichí Lochi” ha tenido buena respuesta del público, especialmente con la niñez yucateca, pues en este confinamiento ha interactuado mediante vídeollamadas con 25 niños y niñas que cayeron en depresión por el aislamiento social.
La también actriz está contenta con el resultado del personaje, que ha sido bien recibido por los adultos.