También InDriver y Didi ofrecieron un mal servicio
Los usuarios de las plataformas de Didi, Uber y InDriver externaron su malestar por los tiempos de espera y los altos costos que les indicaban para pagar que, en algunos casos, era el triple del precio que en otras ocasiones.
En el pasado quedó los beneficios de solicitar un automóvil de cualquier aplicación, que se caracterizaba por el poco tiempo de espera y las tarifas, un poco más bajas, que las de un taxi tradicional.
Ayer viernes, las tarifas de Uber se dispararon a los cielos en cualquier zona de Mérida. Mientras en otras temporadas del año, por el traslado de una distancia de dos kilómetros, te cobraban de 25 pesos a 40 pesos, éstos aumentaron a $155.
Uber hizo también de las suyas en Ciudad de México. Los usuarios de la aplicación en la capital mexicana también expusieron los altos cobros por las distancias y los largos tiempos de espera.
Didi tampoco se quedó atrás en su mala atención al cliente. Si bien no incrementaron sus tarifas, te hacían esperar hasta 19 minutos y ese tiempo no era garantía de que recibieras el servicio, pues el chofer podía cancelar.
En el caso de InDriver, también presentó fallas por la falta de unidades lo que ocasionó que algunos usuarios cancelarán el servicio u ofrecieran más de lo que tradicionalmente cobraban.
El problema se debe a que la reactivación económica favoreció a que más gente saliera de sus casas y por consiguiente más automovilistas ocuparán las calles lo que saturara las vías que estuvieron descongestionadas por el confinamiento.
Hay que añadir que el viernes cercano a la quincena y por la temporada decembrina, propició a que más gente se moviera de un lugar a otro para conseguir los obsequios de la Navidad. Los ganadores fueron los taxis tradicionales que no se dieron abasto por la demanda de gente. No importaba si era un auto de último modelo o un Tsuru cercano a la jubilación, todos estaban llenos.