Los motivos de la molestia sobran. Tampoco ayudaron las palabras de Renán Barrera y las decisiones tomadas por otros actores políticos
Ni una semana ha pasado desde que la nueva dirigencia estatal del PAN rindió protesta, y un centenar de militantes acudieron esta mañana para presentar su renuncia porque están inconformes con el actual presidente Álvaro Cetina Puerto.
La renuncia de los inconformes ocurrió a unas horas del proceso de renovación de la dirigencia nacional, en la que contienden Adriana Dávila Fernández y Jorge Romero Herrera, el favorito del ex alcalde Renán Barrera Concha, el diputado Roger Torres Peniche y la alcaldesa de Mérida, Cecilia Patrón Laviada.
Motivos de los militantes para dejar ese instituto político sobran. Lo primero es que no están de acuerdo con el proceso de selección de la dirigencia estatal, pues consideran que fueron excluidos y la cúpula partidista montó un consejo estatal que no fue representativo con los aproximadamente 11 mil panistas afiliados en la entidad.
Tampoco ayuda a cicatrizar las heridas del pasado 2 de junio las declaraciones del diputado Cetina Puerto y Renán Barrera Concha, ex alcalde y ex candidato a gobernador, quienes han minimizado las renuncias.
El primero dijo que en Acción Nacional continuarán quienes quieran construir el futuro y el otro señaló que entiende esa postura pues ya no están en la nómina del Ayuntamiento de Mérida o buscaron laborar en la Cuatroté.
Lo anterior también está relacionado con las decisiones tomadas por la presidenta municipal de Mérida, Cecilia Anunciación Patrón Laviada, quien al hacer un reajuste dejó a varios fuera del Ayuntamiento de Mérida.
Ni el ex gobernador Mauricio Vila Dosal y operador, el diputado Roger Torres Peniche, se salvan, pues ambos prefirieron salvar a sus allegados o allegadas dándoles candidaturas estratégicas para ganar como son: María Isabel Rodríguez Heredia o Sayda Melina Rodríguez Gómez.
También está el caso de la “niña de Papá Toro”, como se la conoce a la congresista Itzel Falla Uribe, cuya diputación plurinominal ha generado molestia, principalmente, entre las juventudes panistas que fueron ignoradas y no pasarán de repartidores de volantes o banderolas.
Ni Manuela de Jesús Cocom Bolio se salvó, quien ocupa una curul en el Congreso del Estado por usurpar una cuota LGBTIQ+ y porque la abogada Carmen González Martín renunció a esa candidatura por inconformidad a la elección de Luis Armando de Jesús Mendoza Casanova como magistrado, quien siendo juez fue denunciado por ejercer violencia institucional. Es decir, Manuelita recogió las sobras para seguir mamando del erario.