Todas las naciones deberían tener un plan de prevención que combata las consecuencias económicas y las desigualdades sociales por la pandemia
Hay estudios que mencionan que las muertes por suicidio incrementaron en situaciones similares a las que vivimos por la pandemia del coronavirus, dio a conocer la psicóloga Natalia Lorenzo Ruiz, quien es técnica especialista en emergencias sanitarias.
Un ejemplo de lo anterior sucedió con la pandemia de influenza en 1918 y la epidemia del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) de 2003.
Durante el seminario virtual “Estrategias de prevención del suicidio en situación de pandemia (Covid-19)”, organizado por la Universidad Ducens, la ponente señaló la importancia de aplicar acciones para prevenir y detectar el suicidio, especialmente, en esta crisis actual generado por la pandemia del coronavirus.
«Los efectos de la pandemia por Coronavirus pueden ser muy profundos. Hay indicios de que las tazas de suicidio pueden evitar. Si bien esto no es inevitable, el suicidio es una preocupación más grande a medida que la pandemia se va propagando y tiene efectos en largo plazo en la población general, en la economía y en los grupos vulnerables», expuso.
La prevención de los suicidios es una medida urgente, aseveró la experta en Psicología de Emergencias y Catástrofes por el Consejo General de la Psicología de España.
Para ello, todos los países deberían tener un plan nacional de prevención, que en estos tiempos sería muy útil andar.
El plan, detalló, debería integrar medidas de amplio espectro para combatir las consecuencias económicas y las desigualdades sociales por la pandemia, con especial atención al desempleo.
Otra propuesta es disminuir la mortalidad por la conducta suicida, señaló.
Las acciones aplicadas en España, que pueden extrapolarse en América Latina, son concientizar sobre la magnitud y las consecuencias de la morbimortalidad de la conducta suicida, y el estigma y el obscurantismo asociado a ella; capacitar en la detección de la conducta suicida en las estrategias más eficientes para su afrontamiento y crear recursos específicos para la prevención, intervención de la conducta suicida.
La psicóloga indicó que los gobierno no pueden usar la prevención del suicidio como bandera política, porque es un tema de salud pública.
«No podemos usar el suicidio como algo político, tiene que ser desde la sanidad. Cuando un programa de suicidio se incorpora al sistema de salud pública, tiene que continuar independientemente de que partido político esté gobernando», señaló.
El suicidio en números
En México, el suicidio es la segunda causa de muertes en jóvenes, de 15 a 29 años, con 6,710 casos durante 2018. Estos números causan una tasa del 5.4 por cada 100 mil habitantes.