Los problemas del intenso calor, deforestación y tráfico no son exclusivos de Mérida, otras ciudades en el mundo los padecen. Pero, para evitar un escenario catastrófico en la capital yucateca es necesario que la sociedad, así como los gobiernos municipal, estatal y federal apliquen, como medida angular, la regulación de los terrenos, afirmó Rosa Isela García Pantoja, presidenta del Consejo Directivo del Galardón “Jaguar de Turismo”.
“En 2050, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más de 750 millones de personas de todo el mundo vivirá en ciudades, lo que generará un mayor consumo de electricidad, más problemas viales y se incrementará la demanda de viviendas, por lo que es necesario regularizar los terrenos”, advirtió la empresaria.
La entrevistada precisó: “No todos los terrenos son para construir casas o edificios”. El panorama cada vez parece complicarse, pues para 2070, muchas personas del medio rural, ya sea por despojo o por ventas a bajo costo, perderán sus tierras por lo que habría otra crisis, la alimentaria, señaló.
“¿Qué vamos a comer? ¿Dónde hay huertos, campos para sembrar? Si obligamos a esa gente a huir a la ciudad, ¿la sociedad está preparada para lo que viene? Hay que hacer conciencia de que la gente desplazada a las ciudades ocasionará una crisis alimentaria”, comentó.
La matriz de muchos problemas antes mencionados es el desarrollo inmobiliario mal planificado. “Muchas de las tierras para sembrar productos comestibles las están comprando para construir casas; esta gente se quedando sin tierras”, dijo.
El crecimiento urbano sin regularizar también generará un desabasto de agua y electricidad. “Actualmente, vivimos estos problemas en chiquito. Pero, imagínate en 2050, sin hortalizas, sin agua, con apagones. Es prioridad que se le dé un uso adecuado al suelo para no deforestar más tierras”, acotó.
Rosa Isela García insistió sobre la necesidad de leyes que frenen la voracidad del despojo de tierras para, en un futuro, garantizar los recursos agrícolas. “Es un tema que nos compete a todos, pero no sólo nos perjudica a todos, sino es a nivel mundial”, señaló.
Añadió: “Por eso, la importancia de crear ciudades inteligentes y sostenibles, donde la tecnología sea utilizada en nuestro favor como semáforos para reducir el tráfico; fachadas verdes de edificios, que un buen punto de inicio serían los gubernamentales y escolares que ayudarán a regular la temperatura”.
Aunque las medidas parecen llegar algo tarde, la empresaria insistió que poner en orden el uso de las tierras implica la voluntad de la ciudadanía y los tres niveles de gobiernos para dejarles un mejor futuro a las siguientes generaciones.