Decenas de personas se dieron cita en el cementerio de Xoclán para honrar a sus seres queridos que ya no están físicamente con ellos. Aunque la afluencia no fue numerosa en las primeras horas de la mañana, con el transcurso del día, el lugar se llenó de visitantes.
El ingreso al camposanto estaba adornado con el agradable aroma de las flores coloridas que la gente llevó para sus difuntos. Entre las ofrendas se podían observar flores como el amor seco, xpujil, abanico y cempasúchil, que son símbolos tradicionales de esta festividad.
Las personas aprovecharon la ocasión para limpiar las lápidas y tumbas de sus seres queridos, pintarlas y reemplazar las flores marchitas por nuevas. Esto se hace con cariño y devoción, para que, al regresar a visitar a sus difuntos en el futuro, encuentren todo en orden y sientan que aún no han sido olvidados.
Los visitantes destacaron la importancia de mantener vivo el recuerdo de sus seres queridos, recordando que aunque ya no están físicamente, siguen presentes en los corazones y memorias de quienes los amaban.
Xoclán sigue siendo el cementerio más visitado en el Día de los Fieles Difuntos. Por ejemplo, el Cementerio General apenas había recibido a 900 personas entre las 8 y las 10 de la mañana. Durante todo el día, hasta su cierre a las 6 de la tarde, se calcula que asistieron en promedio más de 3,000 personas, lo que muestra el profundo significado que esta festividad tiene para la comunidad.
Antuña Silveira, uno de los encargados del cementerio, mencionó que «las familias están regresando a visitar a sus familiares fallecidos después de dos años de pandemia». Asimismo, agradeció al alcalde Renán Barrera por implementar un operativo de vigilancia y vialidad con agentes de la Policía Municipal y de la Secretaría de Seguridad Pública para garantizar que las familias se sintieran seguras en el lugar, y resaltó que no se registraron incidentes graves durante el día.